martes, 2 de diciembre de 2008

El camino de un proceso escultórico

El camino de un proceso escultórico


El proceso creativo para cualquier obra no comienza en el momento donde técnica y materiales se conjugan para dar paso a un intercambio de concepto y realización, la historia remonta más allá de ese momento, es la suma y fruto de múltiples hallazgos y reflexiones que alrededor de una inquietud personal se extraen de la naturaleza, del medio que nos rodea y de experiencias vividas y asimiladas con las cuales poco a poco se conforma el lenguaje plástico personal.

Textura, volumen, color, materiales, formas, contrastes, etc., cada artista va seleccionando los elementos que requiere para realizar el objeto; a su vez todos estos elementos están relacionados íntimamente con el concepto que se maneja y juntos dan vida a la obra.
Puesto que cuando se trata de describir el desarrollo del proceso creativo nos topamos con un sin fin de formas de abordarlo, me circunscribiré a la manera que en mi caso se ha dado origen y obra plástica.

Debo mencionar desde el punto de partida cual sesión de psicoanálisis en un diván, que remontándome a los orígenes todo comenzó en el jardín de la casa y con las múltiples salidas de campamento y excursión que solía hacer con mis padres, donde tuve la oportunidad de estar por largas horas días e incluso meses en contacto con la naturaleza, sin embargo el medio que me rodeó siempre fue el urbano, pero no por ello dejé de percibir algunos aspectos que ya habían captado la atención como las marcas de la erosión y las huellas que dejaba el paso del tiempo sobre todo material ya fuera natural o urbano.

La textura ondulante que se imprime en una caracola marina por el ir y venir del oleaje, la redondez de una piedra de río producto del incesante paso del agua hasta curvar sus aristas, la acumulación de tierra que va dejando el viento al toparse con un obstáculo. Las fisuras que van apareciendo en el cemento expuesto a la intemperie, el trazo ocre o rojizo que un clavo metálico deja sobre un muro, las paredes que van perdiendo a pedazos parte del aplanado dejando una apariencia muy diferente de la planeada originalmente por el arquitecto, la perforación que produce el continuo goteo del agua sobre la banqueta.


Luego también tenemos el nexo entre el medio natural y lo urbano, o digamos, elementos creados por el hombre y que conviven de maneras en ocasiones simbióticas y otras no tanto, pero hoy día es inevitable estas inclusiones de un mundo en el otro haciéndonos reflexionar que uno es complemento del otro y que incluso algunos arquitectos han hecho uso de este fenómeno para provocar otro aspecto a sus edificios y patios, ejemplo de esto en México es el edificio del arbolito en periférico pasando avenida reforma hacia el norte, donde se hace un contraste entre la fachada de espejos en un edificio que es solo un cubo y el elemento orgánico del árbol que sobresale de éste, idea que ya anteriormente había manejado el artista Hunderwasser con sus azoteas verdes en Austria y que últimamente se han puesto de moda; otro ejemplo lo tenemos en la creación del adopasto que conjuga la mampostería horadada por la cual permite el crecimiento del pasto y a su vez lo circunscribe, efecto que también podemos observar en la explanada principal de entrada a ciudad universitaria, o los jardines verticales que se pueden encontrar incluso en el centro de nuestra ciudad.

También tenemos la irrupción de árboles y plantas que crecen de manera no planeada entre los intersticios de edificios, fisuras de banquetas y cualquier otra concavidad que permita acumular un poco de tierra donde echar raíz; o las ciudades abandonadas que encontramos en Chiapas los cuales ahora están cubiertos de tierra y plantas, o las plataformas petroleras a las cuales se adhieren miles de moluscos que hacen de esta estructuras su refugio.

Todas las observaciones realizadas desde mucho tiempo atrás forman parte del archivo de imágenes que conforma la obra y que mas tarde derivan en propuestas plásticas y de alguna manera en la escultura, que es lo que llamamos influencias a lo que se suma la forma personal con que se retoman estos motivos, obviamente que también tienen que ver artistas que anteriormente han tenido las mismas inquietudes y que son una guía para abordar la forma, en el caso de mi obra puedo decir que Kiyoto Ota, Chillida, Constantin Brancusi, Auguste Rodin, Hunderwasser, como punto de partida general y algunos más contemporáneos que unen lo natural y lo urbano por medio de obras efímeras donde conviven estas dos atmósferas, así encontramos a Andy Goldsworthy, Nils-Udo, y Bob Verschueren interviniendo bosques, manglares y llanos con una reorganización de los elementos naturales en la naturaleza, o bien estructurándolos conforme a un entorno arquitectónico dándole un nuevo sentido al espacio donde se encuentran y relacionándolo con lo vegetal.
En este sentido un movimiento que amalgamó este sentido de lo vegetal y la erosión llevado al objeto urbano fue el Art nouveau, donde se puede observar el trabajo de la superficie de una forma distinta a la que habían acostumbrado hasta ese momento y que Rodin habían trabajado en sus esculturas, al respecto de este carácter Krauss nos menciona:

Como en la escultura de Rodin y Rosso, en las superficies de estos objetos se hallan pruebas del proceso externo que les ha dado forma. Están realizadas de tal manera que sentimos que estamos mirando algo que debe su forma a la erosión del agua sobre la roca o a la huella de las olas sobre la arena o a los estragos del viento; en resumen, a la acción que imaginamos de fuerzas naturales sobre la superficie de la materia. Al conformar estas sustancias del exterior, tales fuerzas operan sobre el material con independencia de la estructura intrínseca. Krauss, (2002), p. 45


De hecho mas que considerar que están haciendo Land-Art, ellos lo definen como arte vegetal, puesto que los elementos naturales cambian constantemente, se secan, se contraen, se tuercen, etc. dejando una huella de este proceso en pocos días.
¿Pero como se lleva a cabo una obra efímera?, lo principal es el material a trabajar y de acuerdo a este y sus características se hace una propuesta plástica, movimiento, espacio, formas positivas, formas negativas, etc., así como también color, temperatura, y en ocasiones hasta las condiciones climáticas.

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